Muchas son las ventajas con las que cuenta el uso de la fibra de vidrio. Entre ellas encontramos; la flexibilidad en el diseño, su bajo coste de mantenimiento, una larga vida útil, un bajo peso combinado con una excelente resistencia al peso y al impacto, a la corrosión y a los químicos. Además de una nula conductividad eléctrica y una baja conductividad térmica. Al no ser magnético a través de él pasan las señales de radar. Gracias a todas estas características, su uso está extendiéndose a la mayoría de sectores.
Son la combinación de muchas de estas características lo que hacen de la fibra de vidrio un material excelente para la construcción de barcos.

Hasta los años 50, todas las embarcaciones estaban fabricadas de madera, especialmente los cascos de estas. Pero poco a poco esto ha cambiado y actualmente la fibra de vidrio es una opción totalmente recomendable para la fabricación de embarcaciones, abaratando costes gracias a su fabricación en serie.

Historia de la fibra de vidrio en la industria náutica

Muchas son las pruebas que se han realizado para intentar conseguir perfeccionar tanto los plásticos reforzados con fibra de vidrio como su uso.

El primer intento de uso de la fibra de vidrio se tiene constancia en los años 30, cuando la empresa Owens Corning fracasó en su uso, debido a la utilización de un plástico demasiado débil. En los años 40 la ausencia de un desmoldeante hizo que tanto el molde como el casco de barco tuvieran que ser desechados. Es algunos años después cuando por fin se consigue construir embarcaciones de pequeño tamaño con la fibra de vidrio.

Los años 50 fueron el punto de inflexión donde la industria náutica comenzó a utilizar el poliéster reforzado con fibra de vidrio. Desde ese momento su uso cada vez ha sido más común y usado en más sectores y campos, gracias a la especialización de profesionales en este sector.